Hoy en día escuchamos con frecuencia el término “Skincare”, principalmente en redes sociales como Instagram o YouTube, donde se puede encontrar una gran variedad de información gracias a las beauty bloggers, que se encargan de compartir reseñas de productos y también rutinas dirigidas al cuidado de la piel.
Ahora bien, ¿conoces el significado que está detrás de este término tan famoso? Si no lo sabes, no te preocupes, aquí te lo vamos a explicar.
Cuando hablamos de skincare, nos referimos a todo aquello que esté relacionado con el cuidado de la piel. Una rutina de skincare engloba desde los productos que se utilizan, hasta el orden en el que deben aplicarse.
La piel es el principal reflejo de cómo se encuentra una persona, tanto físicamente como emocionalmente, por tal motivo, es necesario entender la importancia de regalarle unos cuantos minutos del día a nuestro rostro.
Una piel saludable es una característica que la gran mayoría de las personas desea tener, porque como sabemos, nuestro rostro es la carta de presentación al mundo.
Está comprobado que mantener un cuidado constante de la piel brinda grandes beneficios en nuestro día a día, tales como mejorar hábitos de limpieza y estabilizar el autoestima, creando así una relación mucho más profunda con nosotros mismos.
¿CÓMO PUEDO COMENZAR CON UNA RUTINA DE SKINCARE?
Antes que nada, debemos saber que actualmente en el mercado existen infinidades de productos para el cuidado del rostro. Los precios varían, es posible encontrar desde los más costosos hasta los más económicos, sin embargo, es lo que menos importa, lo más importante es elegir el producto adecuado según el tipo de piel de cada persona. Ninguna piel es igual a otra, cada una requiere cuidados y tratamientos diferentes.
Para dar inicio a una rutina, sin importa si tienes o no maquillaje, siempre debes comenzar por lo siguiente:
1. Limpiador Facial
Existen varias presentaciones, la que decidas adquirir dependerá de tu tipo piel.
Si tu piel es seca debes elegir productos cuya formulación sea en crema, ya que de este modo podrá brindar cierta hidratación al rostro mientras lo limpia.
Si por otro lado, tu piel es grasa, lo mejor sería utilizar limpiadores en gel o en espuma, estos absorberán todo el exceso de grasa que pueda almacenar el rostro.
Ahora, en caso de tener piel sensible, se recomienda buscar limpiadores que contengan ingredientes naturales, así evitarás irritaciones que podrían causar los químicos añadidos de otros limpiadores.
Por último, si tienes piel mixta, el limpiador bifásico es el indicado. Este tipo de producto evitará que la piel se reseque en exceso y también que produzca más grasa de lo normal, creando un balance perfecto en el rostro.
2. Exfoliante
La exfoliación es un paso muy importante en la rutina. Al exfoliar, se retiran todas las impurezas acumuladas en la piel. Se recomienda realizarlo al menos dos veces a la semana.
En cuanto a los tipos de exfoliantes, hay miles de opciones, elije la que mejor se adecue a tus necesidades.
3. Tónico Facial
Luego del limpiador se encuentra el tónico facial.
La función del tónico es ayudar a eliminar las bacterias restantes del rostro y, adicionalmente, balancear el PH luego de usar un limpiador. Los restos del último suelen permanecer en la piel, a pesar de haberlos retirado “por completo”, lo que puede causar alteraciones en el nivel del PH. Debido a esto, el tónico es en un paso infaltable a la hora de cuidar nuestro rostro.
Como con todos los productos, hay que tener cuidado al elegir el apropiado.
Por un lado, los tónicos que contienen alcohol son perfectos para una piel grasa y por otro lado, si la piel es de tendencia seca, se deben evitar por completo estos productos.
Una vez que selecciones el tónico correcto y lo apliques en tu rostro, notarás una sensación refrescante en la piel.
4. Serum / Suero Facial
El objetivo de utilizar un serum es hidratar a profundidad la piel, brindarle elasticidad y luminosidad, consiguiendo que esta tenga un aspecto joven y saludable. Es importante mencionar que el uso del serum evita las manchas prematuras, la contingencia de la suciedad y bacterias en los poros y, como bonus, favorece la uniformidad del tono de nuestra piel. Todo esto gracias a que el serum es un potencializador concentrado y es el único de los productos que penetra todas las capas de la piel.
El serum siempre se debe aplicar antes de la crema hidratante y luego del tónico.
Los sueros a base de agua pueden aplicarse en el orden mencionado, sin embargo, hay otros elaborados a base de aceites que deben aplicarse después de la crema hidratante. Se recomienda usar un serum a base de aceite si deseas que el rostro se vea más luminoso o en temporadas de invierno, donde la piel tiende a resecarse más.
Existen distintos tipos, selecciona el que mejor se adapte a ti y a tu piel.
5. Crema Hidratante y Humectante
Se tiende a pensar que las cremas hidratantes y humectantes son las mismas, pero es una gran equivocación. Las cremas hidratantes y humectantes no tienen la misma función.
Por un lado, la crema hidratante ayuda a proporcionar toda el agua que la piel necesita; por otro lado, la crema humectante genera todos los aceites que la piel requiere para mantenerse humectada. Dicho esto, de ahora en adelante conocerá la diferencia y podrás seleccionar la correcta según su tipo de piel.
La crema humectante es perfecta para la piel seca. Sin embargo, una piel que sea propensa al acné necesitará una hidratante.
Nuevamente, selecciona la que mejor se adapte a tu piel.
6. Protector Solar
Existen cremas hidratantes que incluyen en su formulación protector solar, sin embargo, es de vital importancia aplicar uno para proteger nuestra piel de los rayos UBV, UVC, UVA, etc
Como te mencionamos anteriormente, la base del producto puede variar y ser tanto de aceite como de agua. Es por esto que se debe tener mucho cuidado al momento de elegir un protector solar.
Si quieres más información acerca de la importancia del protector solar, lee nuestro artículo: ¿Por qué es importante el protector solar?
