Los rayos solares, conocidos también como rayos ultravioletas (UV) son invisibles al ojo humano y se clasifican de acuerdo a su longitud de onda (medida en nanómetros: nm).
Mientras más corta es la onda, más intensa es la energía de los rayos.
Rayos Solares UVA, UBV y UVC ¿cual es su efecto en la piel?
Los Rayos UVA
- La longitud de esta onda se encuentra entre los 320 y 400 nm y la mayoría de estos rayos llega a la superficie terrestre.
- Penetra menos profundamente en ella y puede provocar enrojecimiento, manchas, falta de elasticidad, resequedad, arrugas prematuras y envejecimiento cutáneo.
- Estos rayos mantienen la misma intensidad a lo largo del año, incluso en los días nublados, durante todas las horas del día.
- No provocan quemaduras, pero aún estando bronceada, la piel sigue absorbiendo estos rayos que degradan el colágeno y la elastina y provocan alteraciones a la melanina (manchas).
- Este tipo de rayos, son capaces de atravesar las ventanas, la ropa liviana o incluso el parabrisas de tu auto.
- Resultan ser los más peligrosos ya que al no dañar la piel de manera inmediata, muchas personas no se cuidan de ellos.
Los Rayos UVB
- La longitud de onda es media (entre 280 y 320 nm) son absorbidos en gran parte por la capa de ozono y las nubes, pero sin embargo llegan a la superficie terrestre.
- Su radiación posee mayor energía y es muy dañina.
- Pueden provocar un aumento del grosor cutáneo y melanoma (cáncer de piel).
- Son los encargados de broncear la piel, y también causan las quemaduras.
- También puede atravesar las ventanas, ropa liviana y parabrisas
Los Rayos UVC
- La longitud de onda oscila entre los 200 y 280 nm.
- Éstos rayos son absorbidos por la capa de ozono antes de llegar a la tierra, porque la atmósfera las retiene.
Conclusión
En conclusión debemos preocuparnos de usar factor solar todo el año.
Tanto los UVA como los UVB pueden dañar el ADN y producir cáncer. Pero dado que los UVB llegan más directamente al ADN, éstos están más implicados en un 65% de los casos en la aparición de cánceres cutáneos.
El otro 35% son provocados por los rayos UVA, siendo los más peligrosos los UVA de onda corta.
Ambas radiaciones UVA y UVB son igual de nocivas, aunque los UVA pasan más desapercibidos, ya que la radiación UVB nos alerta más fácilmente de los daños por medio de las quemaduras y la intensidad de calor.