También se tienen en cuenta los rasgos de la persona para potenciar al máximo su belleza, gusto y estilo personal así como el estilismo que se vaya a lucir.
Maquillaje de día o beauty:
En el maquillaje de día buscaremos la naturalidad con una sensación limpia y fresca, con colores suaves que combinen nuestro rostro, favoreciendo nuestros rasgos y corrigiendo las imperfecciones sin que pueda apreciarse en exceso el maquillaje a la luz del día.
Eligiendo texturas mate o satinados suaves, pero se evitarán los irisados y brillos ya que son más adecuados para un maquillaje de noche o fiesta.
Maquillaje de noche o fiesta:
Durante la noche, toda la iluminación que nos rodea es artificial y de mas baja intensidad, la luz artificial baja la intensidad del color por lo que haremos el maquillaje más intenso.
Es recomendable hacer armonías de colores cálidos o fríos, dependiendo del color de la piel, cabello y ojos. También podemos tomar como referencia el color del vestido y los complementos que vayamos a lucir con el maquillaje. Pudiendo resaltar más en este caso el maquillaje de ojos y labios, utilizando colores más intensos que para el día o de texturas más brillantes. A nivel de piel también se puede aplicar una base de maquillaje más cubriente y hacer correcciones más marcadas tanto de imperfecciones como marcar más el modelado del rostro y colorete.